Se trata de una casa adosada en Age con orientación Sur.
El encargo consistía en renovar la relación entre los espacios de la cocina, el salón y el comedor, situándolos en un único espacio abierto. También se nos pedía sustituir el parqué de toda la vivienda y renovar la iluminación.
Condicionantes
La ventaja es que dispone de mucha luz natural por el hecho de tener fachada a tres vientos.
No obstante, este factor se nos giraba en contra en la hora de ubicar la nueva cocina puesto que la presencia de las ventanas dificultaba la reforma.
Además, al tratarse de un solo espacio, había que dar continuidad a la sucesión cocina-comedor-salón, pero definiendo al mismo tiempo el ámbito propio de cada uno.
Propuesta
Con estos condicionantes, se optó por una cocina en forma de “L” más isla, que aprovecha los menajes opacos de pared para ubicar la nevera y el conjunto horno-microondas, sin utilizar muebles altos.
En la isla se ubica la inducción sin que ninguna campana invada el espacio –la extracción de humos se realiza desde el propio falso techo- y la pieza tiene continuidad con la mesa del comedor, que se diferencia en altura y materiales.
En el lado corto de la ‘L” encontramos la pica ubicada en una galería, seguida de la nevera y de la torre, que hace de frontera visual en la prolongación de la “L”.